Por Diblik Mendizábal
Macario es una cinta de fantasía y misterio que nos habla sobre la relación del mexicano con la muerte, la cual no es incondicional. Como no puede ser de otra manera iniciamos con el origen del día de los muertos y se nos presenta al protagonista perfecto para esta clase de historia: Macario (Ignacio López Tarso), un leñador que solo vive por inercia hasta que, por los azares del destino la parca le obsequió un don le da a su existencia una vuelta de 180°.
Sin embargo, antes de este encuentro sobrenatural se nos muestra el día a día de nuestro protagonista con la mirada incisiva que B. Traven (cuyo relato fue la base del filme) usualmente tiene hacia la idiosincracia mexicana, ya sea unos hijos que sin dudarlo dejan sin comer a sus padres, mismos que lo permiten por sumisión o a regañadientes; o un gobierno cuya tolerancia cero a métodos o acciones que no vayan en sintonía con sus ideales afectará a su población, más si los poderosos hacen aquello que alguna vez se condenó estará bien siempre y cuando sea todo debajo de la mesa.
El renunciar a su alimento provoca en Macario un resentimiento tan grande que hace el siguiente juramento: “No probaré un solo bocado de comida hasta que no tenga un guajolote para mi solo”. Con el pasar de los días, la esposa del protagonista (Pina Pellicer) se preocupa por que su amado está cumpliendo su palabra, así que para cumplirle su capricho ella roba el ave antes mencionada y se lo cocina.
Para no verse interrumpido él va al bosque para disfrutar de ese manjar a solas, lamentablemente tres presencias se entrometen y arruinan el momento a su manera.
El diablo intenta cambiar un bocado por riquezas pero es rechazado, pues sí Macario aceptará, solo conseguirá que lo quemen por ladrón pues alguien como él no podría bajo ningún medio conseguir una riqueza de la nada.
Dios quiere apelar a la bondad del protagonista para que se arrepienta de su avaricia y decida compartir con su familia, pero Macario decide aferrarse a su capricho.
La muerte solo quiere hacer un trabajo y tener un bocado, por lo tanto Macario hace lo que muchos de nosotros en su lugar, intenta engañarla, cosa que logra al darle la mitad de su comida.
Es aquí donde inicia la declaración de la película, pues a pesar de que la religión juega un papel fundamental en la vida de muchos mexicanos, habrá quien le dé la espalda si esto es para su beneficio. Por otro lado, con quien tendremos una mejor conexión será con la muerte, sin embargo,seremos tan arrogantes que nos creemos capaces de huir de ella o, como veremos a lo largo del filme, si ella nos alcanza la maldecimos.
Salvo por una persona, que si llora la pérdida, pero la acepta y decide que honrará la vida del recién finado a partir de ese momento lo cual, irónicamente, va más en sintonía con el día de los muertos que justamente va de enaltecer a los difuntos, convirtiendo la tristeza y la nostalgia en fiesta, gozo y desparpajo, lo que no se hace en toda la película si se involucra a la muerte salvo si esta no logró su cometido.
Es por esto que creo debe darle una oportunidad a Macario, ya que si alguna vez el tema de la muerte le ha fascinado o le ha perturbado esta película a parte de generar o despejar dudas, le dejará una marca que durará toda la vida.
Esta cinta de fantasía fue dirigida por Roberto Gavaldón, estuvo nominada a 5 premios, siendo la primera nominación a una película mexicana al Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera.
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