Por Jesús Chavarria
Si Nosferatu es la cinta que sentó las bases para las posteriores interpretaciones del concepto del vampiro, esta es la que hizo lo mismo, pero en especifico para el personaje de Drácula. Es a partir de aquí, que el aire aristocrático acompañado de un poderoso desprecio por la vida humana, se convierten en el sello principal del famoso conde de Transilvania.
Drácula es la obra cumbre de la productora Universal, que a partir de esta cinta comenzó su larga y legendaria serie de producciones que llevaron a la pantalla grande las historias de los que a la larga fueron considerados los monstruos clásicos del cine.
Con un guión que en principio tenía un enorme apego al texto de Bram Stoker, pero que luego pasó por las manos de varios escritores e incluso del mismo director Tod Browning, la película realizada en 1931, terminó por presentar muchos elementos de la adaptación teatral de Hamilton Deane y John L. Balderstone (derechos que al igual que los de la novela ya pertenecían a la Universal), que años antes se presentara con éxito en Brodway y de dónde surgiera el actor que finalmente se convertiría en el protagonista, Bela Lugosi.
La historia nos habla de cómo Drácula aprovecha la visita de un desafortunado abogado, para hacerle caer bajo su poder y valerse de esto para extender su siniestra presencia hasta Inglaterra, en dónde luego de un tormentoso viaje en barco, termina enamorándose de la joven Mina Harker, y desata una oleada de muertes que solo pueden ser atribuidas a un vampiro. Es entonces que aparece un investigador experto en dichas criaturas, mismo que habrá de convertirse en su gran antagonista.
ASI SERÍA DE AQUÍ EN ADELANTE
Es innegable la trascendencia de esta película y del mismo Bela Lugosi, para lo que después habría de ocurrir en todo lo relacionado con el mito del vampiro. Es a partir de aquí que a Drácula se le concibe con una mezcla de elegancia y maldad. Un vampiro que viste frac con capa y sombrero de copa. A esto habrá que agregarle que el personaje nunca enseña los colmillos, en una decisión del propio Lugosi que prefirió dotarle de un poder y una presencia casi hipnótica. Además de sumarle la inclusión del celebre Van Helsing, en su primer gran encuentro fílmico con su eterno enemigo venido de Transilvania.
El montaje es de una gran efectividad, aunque algo inconsistente para el final. Resulta inolvidable la primera mitad de metraje, repleta de visiones funestas en inquietantes secuencias con un ritmo impecable. Los efectos especiales son mínimos, pero la fotografía realizada por Karl Freund en compañía con los decorados de Charle D. Hall, ofrece atmósferas fascinantes, herederas del expresionismo alemán y del universo gótica. Destaca también la interpretación repleta de matices de Dwight Frye, actor quien da vida al abogado que cae en las garras de Drácula y que a partir de ese momento se especializaría en personajes extraños.
Drácula de Tod Browning, es una referencia obligada dentro del cine de terror, imprescindible para comprender el desarrollo del mito fílmico del vampiro, y de la época oro del cine de monstruos impulsada por la productora Universal. Un verdadero clásico.
EL DIRECTOR
TOD BROWNING, MÁS QUE VAMPIROS
Nacido en Kentucky el 12 de Julio de 1882, Tod Browning fue un prolífico realizador que a pesar de ser recordado principalmente por entregar la versión fílmica más representativa de Drácula; abordó otras temáticas y géneros a lo largo de sesenta películas. Una de ellas y quizás la mas importante después de la antes mencionada fue Freaks, película realizada en 1932 que trata sobre el triangulo amoroso entre una bella trapecista, un enano y el hombre fuerte de un circo. La cinta ahora de culto es famosa por sus perturbadores visiones plagadas de fenómenos de las que incluso algunas fueron editadas del montaje final. Fe esta producción la que debido a las criticas negativas que cosechó, hundió la carrera de Browning, llevándole al retiro en dónde luego del fallecimiento de su esposa, murió víctima del cáncer en la laringe. Fue encontrado sin vida en el piso del baño el 6 de octubre de 1962.
EL PROTAGONISTA
BELA LUGOSI, LA OBSESIÓN DEL VAMPIRO
Recordado por su papel de Drácula, Bela Lugosi fue víctima de su magistral interpretación en la película del mismo nombre. Esta le encasilló para el resto de su carrera, aunque no fue la primera vez que se puso bajo las ropas del vampiro. Ya en 1928 lo había hecho para la exitosa obra de teatro que se presentará con gran éxito en Brodway. Este antecedente fue la principal razón de que el papel fue a parar a sus manos, luego de la muerte de Lon Chaney, quien fuera considerado en primera instancia. Su larga carrera incluye entre otras películas, White Zombie de 1932, Black cat de 1934, The Raven de 1935 y la obra cumbre de Ed Wood, Plan 9 del espacio exterior realizada en 1959. También es recordada su eterna rivalidad con Boris Karlof, interprete del Monstruo de Frankenstein en la también legendaria película sobre dicho personaje, papel que fuera rechazado por Lugosi, aunque luego se hiciera del rol de Igor para las secuelas. En el ocaso de su carrera, olvidado por la industria, se hizo adicto a la morfina, sustancia que comenzó a consumir para apaciguar el dolor de su pierna, resultado de una herida de guerra. Murió de un ataque al corazón mientras se encontraba sentado en una silla en Los Ángeles, California. Tenía la edad de 73 años, era un 16 de agosto de 1956.
LA ANÉCDOTA
LA MUERTE DE UN VAMPIRO
A pesar de que para el cine, Bela Lugosi solo interpretó una vez más a Drácula, esto en 1948 para la cinta cómica Bud Abbott and Lou Costello Meet Frankenstein; su obsesión con el personaje permaneció atravez de los años y se acrecentó al llegar su decadencia como actor. Por esta razón en su testamento, el actor húngaro especificó que al morir, su cuerpo fuera incinerado vistiendo su disfraz de vampiro. Esto se llevó a cabo en el l Holy Cross Cemetery de Culver City, de California.
Titulo original: Drácula
Nacionalidad y año: 1931
Director: Tod Browning
Reparto: Bela Lugosi, Helen Chandler, David Manners, Dwight Frye, Edward Van Sloan, Herbert Bunston Frances Dade, Joan Standing, Charles K. Gerrard, Nicholas Bela , Daisy Belmore , Moon Carrol, Geraldine Dvorak, Carla Laemmle, Donal Murphy, Dorothy Tree, Josephine Velez Michael Visaroff
Productor:Carl Laemmy Jr. y Tod Browning
Guión:Garrett Ford
Fotografía:Karl Freund
Duracion aproximada: 75 minutos