El cine como afilada y seductora herramienta para hacer una a veces cruel disección de los pliegues de la cotidianidad en pareja. A través del sadismo que se viste de inquietud para seducir, dentro de juegos con monólogos internos convertidos en diálogos que nunca llegan a suceder de forma directa, encuentra en los rincones de la alcoba y los confines de las sabanas, los mustios escenarios para exponer y dimensionar los alcances de las pequeñas grandes batallas impregnadas de fatalidad emocional. Esas donde los fantasmas del pasado y del presente del amor que ha implosionado y se ha reconstruido una y otra vez, quedan atrapados en medio de la naturaleza de lo irremediable que no llega hasta sus últimas consecuencias. Es el eco de ese reproche entre un hombre y una mujer, que cada noche se sofoca y muere para revivir al llegar el amanecer.
Galardonada con el premio a Mejor Director en el Seoul International Film Festival 2019, y reconocida en el Festival Internacional de Cine de Autor realizado en Guadalajara durante ese mismo año, Sin tan solo pudiéramos dormir esta noche del mexicano Eduardo Moreno Fernández es un relato que aunque no está exento de un par de pequeños tropiezos en la ejecución, se erige como una inusual y sugestiva forma de explorar las relaciones, que luego de paso por diversos eventos fílmicos ya se puede en plataformas digitales como Prime Video.
Por Jesús Chavarría
@jchavarria_cine
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