EXTERMINIO: 28 DÍAS DESPUÉS, EL CÓMIC, PUTREFACTO ROMANCE ENTRE EL CINE Y LAS VIÑETAS
- Casa Svank
- 24 jun
- 2 Min. de lectura

Por Jesús Chavarría
@jchavarria_cine
Así como, pese a pertenecer más bien al subgénero del cine de infectados, la película 28 Days Leter, o Exterminio como fue conocida en México, con su fúrica mezcla de horror y melancolía que empujaba un discurso sobre el desencanto de la sobrevivencia se convirtió en la última gran revitalización del concepto de los zombies -luego reforzada por la serie The Walking Dead-, al extenderse al cómic se nutrió de una de las fórmulas recurrentes de este último aludiendo a una de sus fórmulas recurrentes -misma que luego Zack Snyder tomaría de forma desastrosa en su Army of Dead-, la de la intrusión en la aislada zona de contagio por parte de un puñado de personas con muy particulares intereses, en este caso periodistas en busca de documentar los hechos de primera mano.
De tal modo es que la serie escrita por Michael Alan Nelson -Fall of Cthulhu, Supergirl- aunque no puede evitar los convencionalismos de la receta, si logra enriquecer el universo que plantea la franquicia dandole un vistazo al accionar de las fuerzas armadas y la postura de los países que mantienen a la isla británica en cuarentena permanente, y al mismo tiempo seguir con la exploración de las fracturas emocionales y mentales que cual efecto postraumático de la guerra, carga consigo Selena, otrora protagonista en la pantalla grande, quien aquí a regañadientes se convierte en la guía del grupo ya mencionado, mientras de a poco y con mucha amargura conocemos un poco más de su pasado.
Por otra parte la propuesta visual de la obra original encuentra total correspondencia en su traslado al papel realizado por Declan Shalvey -Moon Knight, Thunderbolts-. Aquí la sucia visceralidad producto de los alcances digitales de una cámara convulsa comulgando con la zozobra y la melancolía, es reinterpretada en viñetas de desolada amplitud, donde los trazos delgados se extienden como grietas para dar forma a los objetos y personajesndefinidos por colores sepias y pinceladas en rojo, con manchones de tinta irrumpiendo infecciosos en los momentos más álgidos de las situaciones.
Así pues, el cómic de 28 días después, en su momento traído a nuestro país por Editorial Kamite; es una digna y genuina continuación del trabajo con que Danny Boyle -Trainspotting: La vida en el abismo (1996)- nos sorprendiera a principios de siglo. Originalmente fue publicado por Boom Studios luciendo la agobiantes portadas con aire fotográfico perpetradas por Tim Bradstreet -Hellblazer, The Punisher-.
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